El derecho a la alimentación, es un derecho humano, reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos y además consagrado en el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales donde Chile participa, junto con esto ha ido creciendo la preocupación de que es una alimentación  “adecuada”, ahí es donde con el pasar del tiempo, el desarrollo del pais, los cambios de hábitos, la inseguridad alimentaria, la evolución de la industria alimentaria al generar alimentos ultraprocesados, todo esto ha llevado a una nutrición  muy poco saludable, que ha provocado problemas de salud graves para la población.

En Chile de acuerdo a las cifras podemos decir que 7 de cada 10 personas mayores de 15 años y 6 de cada 10 niñas y niños de quinto básico experimentan obesidad o sobrepeso. También de acuerdo a los estudios que los indicadores relacionados con el hambre y la falta de acceso a alimentos continúan bajo el promedio regional, pero en alza.

Con estos antecedentes podemos analizar la importancia de profundizar en políticas públicas que garanticen el derecho a la alimentación, pero que sea adecuada ya que el impacto que provoca la mala nutrición en la situación sanitaria, está afectando drásticamente la expectativa de vida y según las cifras un 80% de las muertes provocadas es por enfermedades crónicas relacionadas directamente con la alimentación.

Una de las formas que han optado algunos municipios para abordar el problema nutricional e intentar cambiar conductas e influenciar en estilos de vida saludables ha sido implementando huertos comunitarios, apoyados y asesorados por equipos profesionales que forman y capacitan a las comunidades en recetas saludables con frutas y verduras, huertos que además son cuidados por sus propios vecinos y funcionarios, la comunidad ha demostrado estar llana a poder aprender a cuidar su salud, solo falta que a nivel intersectorial se  formulen políticas en conjunto que permitan una revolución en temas alimentarios.

Estas políticas locales que son un tremendo esfuerzo para muchos Municipios y sus equipos no son suficientes, ya que debe ser una política de Estado la que se haga cargo de abordar y visualizar el derecho a la alimentación adecuada y una forma de poder establecer esta necesidad es desde el ámbito de las políticas públicas con formas innovadoras y de acuerdo a las realidades geográficas, esto último muy importante para crear políticas contingentes y oportunas.

Dado lo anterior y de acuerdo a las investigaciones y estudios que confirman que se debe hacer un ejercicio transdisciplinario e intersectorial,  analizando la canasta básica de alimentos, que esta lejos de ser saludable y crear un subsidio focalizado para garantizar una alimentación equilibrada a niños y personas mayores que muchas veces por precios no es tan fácil acceder, pero es necesario que al mismo tiempo se complemente  con estrategias exitosas ya conocidas tales como construcción de  huertos comunitarios y huertos  en casa a quienes tienen esta opción, capacitando a la población en elaboración de cultivos, además de talleres de alimentación saludable por medio de un abanico de recetas que muchas veces son desconocidas por las comunidades, es aquí donde cumple un rol primordial la carrera de nutrición con énfasis comunitario, se hace necesario incorporar a las asociaciones de comerciantes de ferias libres en esta concientización y colaboración con el derecho a la alimentación adecuada de las comunidades recuperando frutas y verduras reutilizables para hacer bancos de alimentos y ser entregados a quienes mas lo necesitan, haciendo esta mezcla de componentes, creo posible mejorar la nutrición de la población que urge que de un vuelco debido a las alarmantes cifras existentes y así garantizar el derecho a la alimentación  adecuada.