El nuevo hombre verde

por | Jul 8, 2021 | Columnas de Opinión | 0 Comentarios

El hombre verde hoy en día se dedica a reciclar, tomar duchas cortas y ojalá llevar una dieta vegetariana o vegana, y esto es lo que se nos ha recomendado hace años para disminuir la huella de carbono. Sin embargo, el problema con este sistema es que las acciones individuales o de un grupo pequeño de personas tienen un impacto menor en proporción a toda la contaminación que existe hoy en día en el planeta.

El informe SOFA 2020 (State Of Food and Agriculture) de la FAO, nos entrega datos preocupantes en relación con el uso del suelo y gasto de recursos hídricos que se utiliza en la producción de alimentos de origen animal en las empresas ganaderas, necesitando más de 15.400 litros de agua y 120 m2 para la producción de 1 kilo de carne de vacuno, en comparación a los 3.300 litros de agua en promedio en no más de 5 m2 para producir 1 Kg de cereales.

Las industrias alimentarias, la comida rápida y el desperdicio de alimentos, no permite que las acciones del hombre verde tengan un efecto en disminuir los gases de efecto invernadero, para salvar a los animales del mar o ayudar con la sequía que afecta a ciudades como la Ligua, Til Til, Petorca, Illapel, entre otras.

Es por esto que, realizar actos de forma individual no genera un impacto de gran magnitud en el medio ambiente, ya que las distintas sociedades avanzan de forma colectiva, por lo que es importante que estas acciones sean replicadas por gran parte de la población, es decir, los cambios deben venir con un carácter colectivo, de comunidad. Para poder llevar esto acabo, es necesario implementar políticas públicas en el asunto como se ha demostrado con la ley de etiquetados y la eliminación de las bolsas plásticas a lo largo de nuestro país. La ministra Carolina Schmidt establece que gracias a esta última “se ha reducido la entrega de bolsas en más de 2.000 millones”. Asimismo, según el Centro de Envases y Embalajes de Chile (CENEM) al año 2019, las bolsas camiseta han bajado de 32.300 toneladas a 5.000 toneladas. Lo anterior demuestra que buenas políticas públicas pueden, efectivamente, generar un cambio importante en nuestro país. Por lo tanto, debemos exigir como chilenos y chilenas nuevas políticas que responsabilicen a las grandes empresas tanto nacionales como internacionales de la gran contaminación que han provocado y siguen provocando. En este sentido, políticas públicas que nos garanticen una alimentación saludable, con producción sustentable y un comercio justo, ya que la alimentación es un derecho y no debiese verse mermado por la condición económica y/o social.

De esta manera, con este nuevo hombre verde, un trabajo en comunidad y nuevas políticas públicas, podríamos juntos como sociedad hacer cambios reales y pragmáticos. Sin embargo, estas acciones deben ser implementadas a la brevedad, ya que, según el Reloj Climático con las tasas actuales de emisiones contaminantes, solo quedan alrededor de 7 años para quemar el presupuesto de carbono.

Por Josefina Ulloa y Gabriela Gutiérrez

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